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EL LEGADO DE SAN MARTÍN DE PORRES

EL LEGADO DE SAN MARTÍN DE PORRES

El 22 de mayo último el distrito de San Martín de Porres cumplió 59 años de fundación distrital. Sin embargo, su historia no sólo se remonta a partir de su fundación. Viene desde mucho antes con la aparición de los primeros habitantes, en la zona norte de Lima, hasta las migraciones por provincianos desde el interior del país a mediados del siglo XX.

 

Primeros pobladores de la zona norte de Lima.
Dicho distrito se ubica en la zona norte de Lima donde hace 10 000 a.C. se ha registrado los rastros más antiguos de la presencia humana, cerca al río Chillón. Fue el Hombre de Chivateros, nombre con el cual se le identifica, el primero en trabajar la piedra para fabricar instrumentos que le permitan desarrollarse en tal medio y poder subsistir.
A través de los siguientes milenios el hombre de la zona norte de Lima comienza a cambiar su estilo de vida, a partir del descubrimiento de la horticultura o agricultura incipiente. Por tanto, el hombre de ser cazador recolector se transformó en un ser casi sedentario. Siglos después, en el año 2 000 a.C. se construyó el templo de El Paraíso, Ubicado en la margen izquierda del río Chillón y cerca de la desembocadura de dicho río, se trata de un importante complejo arquitectónico-urbanístico. Este era un lugar sagrado para los habitantes de esa época donde realizaban ceremonias.

Otro centro ceremonial de importancia es conocido con el nombre de Garagay, que tiene una antigüedad que comprende entre los 1500 a 600 años a.C. Este templo es anterior al desarrollo y apogeo de la cultura Chavín, cultura estudiada por Julio C. Tello ubicada en Ancash. En este centro encontramos imágenes como a un “felino volador”, “felino-hombre”, entre otros. Este templo en su tiempo constituía un área agrícola importante.
Entre los años 900 d.C. y 1420 d.C., se desarrollo el señorío de los Collis, que dominaron una buena zona del valle del río Chillón. En el siglo XV los incas conquistan la costa central. Por ejemplo, el señorío de Ychma (valles de Lurín y Rimac), es sometido pacíficamente; mientras que los Collis (valle del Chillón) al mando de su jefe étnico reunió a sus curacas ofreció una encarnizada resistencia, en ese encuentro el señor de Colli fue muerto y su población duramente castigada lo que trajo como consecuencia una baja demográfica de su población.

Época Colonial
A la llegada de los españoles se produjo un sometimiento de los grupos locales de la costa central. En el caso de los Collis hacia el siglo XVI prácticamente desaparecieron, dando paso a un nuevo tipo de organización social impuesta por los españoles: las reducciones de indios. No quedará de aquel poderoso señorío más que toponimias y datos dispersos en documentos de archivos. Como hemos descrito anteriormente los grupos étnicos autóctonos de la costa central van a estar sujetos y sometidos a una nueva jurisdicción territorial impuesta por los españoles, nos referimos a las haciendas que tomaron debida importancia a partir que se establece el virreinato peruano en el año de 1542 bajo el reinado de Carlos V. Estas haciendas desplazaron a los propietarios encomenderos quienes fueron los conquistadores, que entraron en conflicto por adueñarse perpetuamente de las tierras.


Un documento publicado por María Rostworowski (2004), en su libro Costa Peruana Prehispánica. Da a conocer las tierras pertenecientes a Martín Pizarro y de Francisco de Talavera. Estas tierras estaban en los límites de Comas y Collique, conformando una de las primeras haciendas de la zona norte de Lima.
Un importante legado que tiene el distrito de San Martín de Porres, como herencia de la época colonial, es la hacienda Infantas. Donde en documentos de la época lo catalogan como una hacienda de importante valor y de haber gozado en las dos primeras décadas del siglo XIX como un lugar de tranquilidad para la producción agrícola.

Época Republicana
El 28 de julio del año de 1821 se proclama la independencia del Perú, rompiendo con el orden colonial español que duró prácticamente tres siglos. Sin embargo, la ocupación de las tierras todavía quedaría en manos de los hacendados. Lo cual nos permite estimar que una buena parte de las haciendas coloniales tuvieron su prolongación hasta mediados del siglo XX. El actual distrito estuvo conformado por varias haciendas donde sobresalen las siguientes: Chuquitanta, Pro, Naranjal, Infantas, Santa Rosa, Garagay Alto y Bajo, Cavaría, Molería, Aliaga, Condevilla, San José, Palao y Huerta Sol. También las haciendas Oquendo, Taboada, Bocanegra y San Agustín las cuales pasarán en el año de 1956, a lo que ahora se ha denominado la región Callao.

 

El funcionamiento de las haciendas se prolongaría hasta entrado el siglo XX, ejemplo de ello es la hacienda Infantas. Por la década de 1930 pertenecía al Banco Perú y Londres y optaron para vender a tres personas quienes fueron Carlos Moreyra Paz Soldán, Don José Carrillo Ramos y Dionisio Olavides. Se dividió en tres haciendas. En ese tiempo era hacienda cañera, posteriormente comenzaron a cultivar algodón para la exportación.


En el marco social por los años de 1935 en esta zona existían personas afro peruanas que trabajaban en la hacienda cuando se cultivaba la caña. Por testimonio de un ex trabajador del lugar –Pedro Calderón- quien señala que por falta de agua comenzaron a cultivar el algodón, porque este cultivo no necesitaba de una cantidad considerable de agua. Cuando la hacienda comenzó a cultivar algodón comenzaron a utilizar mano de obra indígena, los llamados peones que procedieron de Huaraz, quienes trabajaron arduamente las tierras de cultivo. Ya en las siguientes décadas este lugar se fue urbanizando, incluso antes de las olas migratorias del campo a la ciudad. Como consecuencia de las ventas de terrenos.


A fines de la década de 1930 se funda el tercer y cuarto Barrio Obrero en lo que era parte del terreno del ex fundo San José Coronel. Las 628 viviendas construidas fueron adjudicadas por sorteo mediante el sistema de alquiler – venta, pagaderas en un plazo de veinte años. Desde ese momento el Tercer y Cuarto Barrio Obrero se constituyen en los primeros centros poblados de lo que será el futuro distrito de San Martín de Porres, que en ese momento pertenecían al distrito de Carabayllo. Posteriormente, y ante la necesidad que la masa trabajadora tenga un lugar en donde habitar, se creó mediante D.L. nº 11369 de fecha 22 de mayo de 1950, la creación del Distrito Obrero 27 de Octubre, en el gobierno de Manuel A. Odría, integrado por 25 centros poblados y como capital el Barrio Obrero del Puente del Ejército.


La progresiva urbanización sigue sucediendo, por ejemplo, los casos de Cruz de Mayo, San Pedro, Santa Rosa Alta y Baja, etc. Al iniciarse el periodo de Prado, 1956 y con la finalidad de desligarse de Odría los dirigentes de la Barriada 27 de octubre le cambiaron el nombre por el de urbanización Perú y el nombre del distrito fue cambiado por el de Fray Martín de Porres (1956) y finalmente ante la canonización y declarar Santo al Beato Fray Martín de Porres (1962), se decreta que en adelante el distrito se denominará San Martín de Porres.

 

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